Ultima parte de la crónica de la Hispacón 2010
Después de dormir otras cuatro horas, el lunes nos levantamos temprano pues queríamos asistir al taller psicotrónico de David Jasso, como era lunes, la madre de Erein necesitaba el coche así que nos llevaría hasta la parada de metro, íbamos con tiempo de sobra, teníamos que recoger también a una amiga de la madre, de allí a la parada del metro, y en metro eran pocas paradas hasta Burjassot. Hacía buen día, no llovía, yo dejé la pesada bolsa negra en la casa, todo parecía prometedor.
Después de dormir otras cuatro horas, el lunes nos levantamos temprano pues queríamos asistir al taller psicotrónico de David Jasso, como era lunes, la madre de Erein necesitaba el coche así que nos llevaría hasta la parada de metro, íbamos con tiempo de sobra, teníamos que recoger también a una amiga de la madre, de allí a la parada del metro, y en metro eran pocas paradas hasta Burjassot. Hacía buen día, no llovía, yo dejé la pesada bolsa negra en la casa, todo parecía prometedor.
Pero los mejores planes siempre se tuercen y en esta ocasión fue la incomunicación entre la madre de Erein y su amiga, la llamamos cuando llegamos a la puerta de su casa y estuvimos esperándola, y esperándola, y esperándola cada vez más impacientes, las agujas del reloj avanzaban inexorables mientras mirábamos al portal cada vez que se abría la puerta, terminamos llamándola de nuevo, pero resultó que se había marchado antes de que llegáramos y estaba esperando a la madre de Erein en su trabajo.
Salimos pues hacia la parada de metro, aunque ya llegábamos tarde seguro, corrimos después hasta la sede de la Hispacón, el taller ya había empezado, le preguntamos a una de las chicas que había abajo y nos indicó hacia arriba. Subimos las escaleras y.... nos perdimos.
Así es, no nos habíamos perdido (demasiado) por las calles de Valencia de vuelta a casa, no nos habíamos perdido por Burjassot ¡y nos perdemos dentro del edificio! Subimos hasta la tercera planta, todo estaba en silencio, escuchamos detrás de las puertas, no oíamos nada. Fuimos al lado contrario, bajamos a la segunda planta, intentamos abrir puertas que estaban cerradas, nada. Encontramos entonces una chica muy simpática que se llama Mercedes, estaba tan perdida como nosotras e iniciamos el camino de vuelta, volviendo a probar puertas hasta que ¡por fin! encontramos el taller.
En realidad, a mí lo del taller no me daba buenas vibraciones. Cuando era pequeña, una vez me apunté a teatro, yo esperaba tener que aprenderme grandes papeles dramáticos y fingir que era otra persona pero, en la primera clase, me encontré con ejercicios de improvisación que me dieron muchisima vergüenza. No llegué a asistir a la segunda clase. Con esto me esperaba algo parecido y estuve dudando si no sería mejor no entrar, pero luego pensé que ya que estaba, sería una lástima perdérselo.
Al entrar nos encontramos con un grupo de gente sentada hablado de cosas extrañas, de ornitorrincos y naves espaciales, de recuerdos perdidos. Nos sentamos en la última fila, sin entender demasiado de qué iba la historia. Nos enseñaron entonces el saludo de nuestra especie, que consiste en unir los dedos de la mano como una piña y mover el brazo arriba y abajo, teníamos que hacer eso cada vez que entrara alguien. Fue entonces cuando pensé que menos mal que no habíamos llegado dos minutos más tarde.
Al final entendí que el ejercicio consistía en que estábamos en una especie de nave espacial, que habían borrado nuestros recuerdos y que teníamos que recuperarlos, cada persona daba algún dato nuevo que iba creando esos recuerdos que nos habían borrado. En este ejercicio, como llegamos tan tarde no participé mucho.
El siguiente iba de hacer un mapa con unas coordenadas que nos iban dando y hacer una lista de colores y cargos, el mapa me salió bastante bien, los colores los pillé casi todos pero los cargos militares me faltaron la mitad. Parecía un ejercicio de atención, y molaba ver cómo iba saliendo la figura con las coordenadas.
Después nos pusimos todos en corro, teníamos que contar una historia en común, uno la empezaba y el siguiente la seguía y, en su parte, tenía que meter una palabra secreta que había que descubrir. Fue el peor de los ejercicios, ¡qué corte! todo el mundo mirándote mientras hablas y encima lo mal que se me da improvisar y, por si no fuera poco todo eso ¡me tocó cerrar la historia! Fue un instante angustioso, me bloqueé al principio, me hicieron varias sugerencias lógicas pero... ¡había que cerrar la historia de forma épica! Intenté pensar rápidamente en como meter la palabra, no me salía... Al final opté por el espectáculo, aunque me pillaran la palabra, bueno, pillar la palabra era bastante fácil; realmente creo que eso era lo importante del ejercicio, obligarte a meter una palabra que se salía totalmente del contexto de la historia y que quedara tan bien metida que no se notara que se había forzado la historia para meterla. A algunos les salió mejor que a otros, a mí me salió horrible (pero lo compensó el final épico-sangriento :D ).
En general todo estaba resultando divertido, nos habíamos reído muchísimo, se nos había pasado la hora volando y todavía quedaba un ejercicio más: la guía de supervivencia zombi. Nos dieron una lista de objetos y un grupo de personas que venían con nosotros y teníamos que ordenar las cosas para permitirnos escapar. Ordenar las cosas fue fácil, muchas no sabía que podía hacer con ellas y las puse al final, otras me parecían más útiles y las puse al principio. Reconozco que gran parte lo hice a volea, es lo que tiene saber poco de cultura zombi.
La segunda parte del ejercicio consistía en reunirnos en grupos de cuatro y poner nuestras listas en común y trazar un plan para sobrevivir. En mi grupo estaba Mercedes, Manchi, Erein y yo. Aquí es donde vi que las pocas veces que he jugado a rol en mesa me han servido de algo, porque participé en la elaboración del (nefasto) plan, y también me di cuenta de que realmente he llevado demasiados clérigos, porque no hacía más que preocuparme por el viejo con asma y la embarazada, ante el asombro de mis compañeros que finalmente aceptaron no relegar el botiquín al último puesto de lista para que yo pudiera atender al viejecito con asma. (Lo siento chicos, deformación profesional, a ver si empiezo a hacerme más bárbaros bersekers para la próxima vez). Discutir el plan fue muy divertido, se nos ocurrían ideas absurdas una detrás de otra. Tuvimos una discusión sobre si el matarratas era en polvo o en spray (los otros grupos decían que era en spray, yo en spray he visto los de cucarachas, los de ratas siempre en polvo... ¿alguien ha rociado con spray una rata alguna vez?) . En fin, que el matarratas quedó relegado al final de la lista con la antena parabólica.
Seguimos discutiendo sin concretar realmente ningún plan hasta que David Jasso nos cortó porque aquello se terminaba y teníamos que exponer el plan. Estábamos acojonados, no habíamos terminado ni de ordenar las cosas, y aparte de estar a medias el plan era tan malo que nos iban a comer los zombis seguro. Empezó uno de los grupos, que tenía un plan muy bien pensado e imaginativo. Les siguió el otro grupo, que tenían un plan... más gore. Luego nos tocó a nosotros. Durante todo el tiempo habíamos estado discutiendo quién iba a exponer el plan. Bueno, en realidad la cosa fue:
Manchi: Tú Erein.
Erein: Tú Manchi.
Manchi: No, tú Erein
Erein: No, tú Manchi
Nadie nos dijo nada a Mercedes y a mí y nos quedamos calladas para que se olvidaran de nosotras. Al final creo que habló Erein (¿o fue Manchi?) No estoy segura, es que ya hace tiempo :s
Expusimos el plan con gran seguridad (rolling eyes :p) sabiendo que el resultado sería el previsto: nos comerían los zombis. La sala estalló en risas cuando hablamos del pobre viejecito con asma (nadie piensa en los mayores, ains) y mis compañeros me miraron de reojo pero Erein (o Manchi) siguió explicando nuestro no-plan con calma y aplomo.
Ese fue el último ejercicio, algunos parece que intuían lo que venía a continuación y se escabulleron rápidamente de la sala cual si les persiguieran un grupo de zombis, los que nos quedamos nos dispusimos en fila de a dos y nos recorrimos todo el edificio (que Erein y yo conocíamos muy bien después de nuestra exploración anterior) saludando a todos los que nos encontrábamos. Curiosamente eso no me dio corte hacerlo, incluso por la tarde me crucé en la cafetería con otra de las chicas que había asistido al taller, que no la conocía de nada, y nos saludamos al estilo extraterrestre. Lo que no recuerdo exactamente es la frase que simbolizaba el gesto, pero me la han chivado: "Todos juntos, unidos como una piña, hacia lo alto una y otra vez".
Después del taller estuvimos un rato en la terraza, hablando con la gente, llegó palabras, con Tenebrae bajo el brazo, y nos demostró lo bien que sabe vender. Faltaba poco para la presentación de Tenebrae, la antología fosca de Sevilla Escribe, a la que pensábamos asistir. Palabras nos contó que él no iba a sentarse en la mesa, pero que estaría entre el público y que haría alguna pregunta si se le ocurría al pronto, que no había preparado nada con antelación. (:p) Iban a grabarla en video, la presentación iba a ser conjunta con los Cuentos Inhumanos de Villar Bou, que no estaba en la sala, sí estaba Veronica Leonetti que es la ilustradora del libro y Juan Angel Laguna, editor de la editorial Saco de Huesos.
De Cuentos Inhumanos leyeron una carta del autor y luego habló la ilustradora, que, mientras presentaban Tenebrae, se dedicó a firmar libros de forma muy curiosa, hacía dedicatorias-dibujo muy bonitas. Daban ganas de comprarse el libro sólo porque te hiciera la dedicatoria.
Tenebrae la presentaron Canijo y Weis, hablaron un poco del colectivo, de como había sido el proceso de creación de la antología y de los relatos que la componían. Se veía en sus rostros la emoción del presentar el libro que ya comenté en la entrada anterior, una mezcla de cariño y orgullo, tenían un ejemplar del libro delante y lo tocaban, lo cogían, lo ponían derecho si se caía. Durante la ronda de preguntas un autor polémico sentado en primera fila se dedicó a hacer preguntas comprometidas de las que salieron airosos, ya lo veréis cuando cuelguen el video de la presentación.
Terminada la presentación, era ya mediodía y había que pensar en comer, hacía sol, yo no llevaba bolsas pesadas colgando... pues claro, entonces decidimos no darnos el paseo por Burjassot y comer allí mismo, en la cafetería de la Hispacón. Tras trasladar las mesas hacia la sombra, la camarera pareció querer cobrarse el recorrido en huevos... y a los chicos que pidieron huevos rellenos les puso un huevo y medio; lo cual llevó a una interesante discusión sobre si el plural huevos se puede aplicar a un huevo y medio. Tampoco es que fueran muy generosos con la salsa de los tallarines, pero bueno, al menos nos habíamos ahorrado la caminata.
Después del almuerzo con el postre vinieron los chistes. Palabras y Weis los cuentan muy bien,(excepto los chistes machistas ¬¬), con acento sevillano, Juande también tiene acento pero fue el que empezó con los chistes machistas (¬¬), Erein se atrevió a contar alguno muy malo, Magnus contó chistes matemáticos... raros y los de Rubén y Angel Villán estaban bien. Yume y yo no contamos ninguno, aunque Yume le decía por lo bajini a palabras que contara alguno que le gustara. Nos reímos muchísimo, hasta de los chistes malos, menos de los chistes machistas (¬¬).
Después nos levantamos, Erein se marchó a casa para recoger el coche, Manchi se fue al hotel a por el portátil... ¡¡Y me dejaron sola!!! ¡¡¡Con mis compañeros de Sevilla Escribe!!! (Sí, esos que luego me llaman exclusivista ¬¬). ¿Qué iba a hacer? ¿Salir corriendo? ¿Huir? ¿Esconderme hasta que volvieran Manchi y Erein?
Pues como lo estaba pasando bien, seguí con ellos. Nos fuimos al interior de la cafetería, allí conocí a Pedro Escudero. A Pedro lo había visto varias veces de pasada, pero siempre iba corriendo y entre lo que yo dudo en presentarme a alguien, pues se me escapaba antes de que terminara de decidirme. Me sentía valiente, después de la sesión de chistes, así que decidí acercarme y presentarme, estaba junto a la barra y le dije algo así como: ¡Tú eres Pedro! ¡Tenía muchas ganas de conocerte! Al principio me miró como si yo fuera una fan loca o algo así, luego, cuando le dije quien era se le cambió la cara y me saludó con alegría, apenas hablamos porque tenía mucha prisa (si llego a tardar más en decidirme, me voy de la Hispacón sin conocerle. Creo que Pedro tiene el dudoso honor de ser la única persona a la que me acerqué a decirle quien era). Cuando se fue volví con el grupo, allí estaban palabras, Weiss, Yume y Magnus, estuvimos hablando y riendo. Al rato volvió Manchi con el portátil, que lo necesitaba Magnus para su conferencia y Erein no volvía.
No es que estuviéramos preocupados por si había sufrido un accidente con el coche, pero por si llegaba y no nos encontraba le mandamos un mensaje y nos sentimos aliviados cuando respondió. Subimos entonces a ver la conferencia de Magnus, que esta vez no era sobre un libro, sino sobre un videojuego: algo de Zelda (¿la leyenda de Zelda?, lo siento, es que no me acuerdo). Fue un momento extraño, subimos y había gente en la sala, al pronto pensamos que no era allí, o que era la conferencia anterior. Esperamos. Seguía la gente en la sala, confirmó que era allí. Entramos y nos sentamos.
Yo no tenía ni idea de qué iba aquello, a lo más que he jugado ha sido al buscaminas, pero al poner el powerpoint me encontré con un viejo amigo: Link, ¿qué porqué conozco a Link? pues gracias a uno de mis jugadores de rol, que, cuando les saqué un pnj llamado Link con una espada me dijo que si era un homenaje a ese otro Link. En aquel momento yo no sabía de qué me estaba hablando mi jugador y me hizo una descripción de la cual seguí sin enterarme de gran cosa, pero sí me debí enterar de algo, pues nada más verlo lo relacioné.
Naturalmente, el Link de Zelda no tiene nada que ver con el mío, pero ya me había despertado la curiosidad. La historia además me recordaba a la búsqueda del grial., con la búsqueda de la trifuerza que solo la puede conseguir alguien puro. Me quedé con las ganas de oír la famosa música de Zelda, que se mencionó mucho. Es posible que no la conozca a pesar de que decían que era muy famosa, a ver si la busco.
Fue una conferencia entretenida, estaba también Juan Díaz, un amigo de Machi y al término de la conferencia se sentó Manchi en plan profesional a firmarle un libro con la pantalla todavía encendida y la famosa foto de Supernatural detrás de él. (Gran foto, Erein me la ha pasado, la cuelgo debajo ^^).
Después de aquello remoloneamos un rato por allí hasta que nos fuimos a la cena.
La cena de gala: Habíamos quedado en la puerta de la Hispacón con todo el grupo, porque no sabíamos ir, y empezamos a andar y andar, siguiendo al guía de la expedición. Nos parecía que dábamos muchas vueltas y sospechamos durante un momento que el guía se había perdido, pero al final llegamos sin problema a la puerta donde ya había un montón de gente esperando para entrar.
Los problemas nos esperaban en la entrada.
Nos pusimos en cola, la gente iba entrando de una en una, llegué hasta la puerta y un hombre con pinta de guardaespaldas me preguntó mi nombre. Se lo dije, el nombre real además, que la joven que me había hecho la inscripción me había dicho que tenía que poner mi nombre real precisamente por la cena. Pues no estaba. Buscamos por la D primero, luego por la P, después por la inicial del nombre... nada. Me quedé desconcertada, en ese momento no es que me importara mucho que me echaran de la cena, lo que pensaba era en los cuarenta euros que había pagado por ella para que me echaran en la puerta :s. Intenté explicarle al hombre que había hecho la inscripción el día antes, llegó otro hombre. Al final me creyeron o se apiadaron de mí y me dejaron pasar.
Yo no estaba nerviosa, sabía que no iba a ganar el Domingo Santos porque había leído en el link que me pasaron que te avisan si ganas. Entonces empezó Uwe a ponerme nerviosa, a lanzar miraditas, a presuponer posibilidades absurdas... Que era absurdo pero consiguió ponerme un poco nerviosa, menos mal que luego llegó el vino y se olvidó.
El vino de la cena merece comentario especial, según todos no era un gran vino, al principio sirvieron un rosado, pero Uwe quería tinto. El camarero intentó convencerle de que el tinto vendría después, pero Uwe no se quedó muy conforme y el camarero debió apiadarse de él porque le trajo la botella de tinto... no sabía el pobre lo que le esperaba. Uwe pidió más tarde otra botella, a pesar de que comentaban que no era un gran vino. De vez en cuando recordaba volver a ponerme nerviosa. En nuestra mesa estabamos sentados Juan Díaz y su novia, palabras, bataluba, Machi y Erein. De la comida mejor no hablar mucho, yo no pude terminarla toda, el camarero era diligente y traía pan cuando lo pedíamos y se llevaba diligente los platos en cuanto habíamos terminado.
Y en ese momento, Uwe se dio cuenta de que el camarero se había llevado la botella de vino. Lo llamó inmediatamente y le pidió explicaciones. ¡Como se había llevado la botella! El pobre muchacho pareció desconcertado pero devolvió rápidamente la botella a Uwe antes de que nadie pudiera correr peligro. Uwe cogió la botella amorosamente y ya no volvió a separarse de ella (sí, hay foto ^^).
Después de la cena vinieron los premios, me esperaba que fuera más aburrido, pero fue bastante rápido y ágil, con comentarios agudos (:p) y un powerpoint bien utilizado (bueno, si es que lo de la pantalla era un powerpoint, que tampoco lo recuerdo bien). ¡Ah! He olvidado decir que nos dieron a todos los comensales un mini-ignotus muy gracioso.
La noche terminaba y pocas horas nos separaban ya de mi regreso en autobús, después de la cena fuimos en tropel hasta el pub irlandés de todas las noches, donde nos esperaban los que no habían ido a la cena de gala. Había mucha gente, saludamos a algunos, Manchi y Uwe se perdieron y Erein y yo nos quedamos allí en medio, un chico muy amable nos ofreció el alto banco en el que estaba sentado que rechacé (que me dio cosa rechazarlo, pero es que no era capaz de subirme en él, ya había probado el día anterior) y nos sentamos en uno bancos más bajos que había por allí, se nos acercó Magnus a preguntar por los cotilleos de la cena de gala, Uwe volvió con nosotros, impresionado por los agudos comentarios de la entrega de premios y... también llegó el dueño de los bancos, que no sé quien era pero que no nos hizo levantarnos, sino que se fue a otro sitio (si es que la gente era un encanto, hasta los desconocidos). Volvió Manchi también, hablamos, reímos, nos despedimos, nos despedimos varias veces, intentando no dejarnos a nadie. Esa noche iba a dormir dos horas pero merecía la pena, dormir podía hacerlo en el autobus y la cosa era aprovechar todo lo posible. Y si teníamos cada vez más pinta de zombis... es que estaba en el ambiente.
Jo, recordando todo esto ¡como lo echo de menos! Lo pasé muy bien. Fue duro despedirse, fue duro coger el autobus a la mañana siguiente, pensar que falta un año para la próxima, que tampoco sé si podré ir... tenía mucho miedo cuando iba hacia Valencia, a la vuelta, sólo pensaba que quería repetir.
Gracias a los que habéis seguido las crónicas, siento haber tardado tanto en terminarlas.
Nota: Las fotos son todas de Erein menos las de la presentación de Tenebrae que son de Natalia Figueroa.
Nota: Las fotos son todas de Erein menos las de la presentación de Tenebrae que son de Natalia Figueroa.
El taller psicotrónico de David Jasso
Saludando después del taller: "Todos juntos, unidos como una piña, hacia lo alto una y otra vez".
Presentación de Tenebrae: Weis, Canijo y Kachi
Presentación de Tenebrae y Cuentos Inhumanos: Weis, Canijo, Kachi y Verónica Leonetti
Chistes tras la comida
Machi firma libros com un profesional (y pone dedicatorias muy chulas, por cierto, no como algunas cronistas de la Hispacón "rolling eyes").
Uwe y la botella de vino
Después de la cena, Sevilla Escribe con el Ignotus a Saco de Huesos por Calabazas en el Trastero
Altas horas de la madrugada y ya en proceso de zombificación, cuarteto multiversero + Magnus, al que intentamos atraer al foro pero se resistió valientemente :p
ay yo no podía parar de reír con lo del viejecito cos asma. Hacía tiempo que no me reía tanto XD
ResponderEliminarLuego, yo había oído chistes machistas ¬¬ pero estos eras muy machistas ¬¬ Aunque lo mejor fue la cara de circustancia de Manchi que nos veía enrojecer de ira y nos animaba a contar alguno feminista. Pero es que yo solo sé chistes malos ¿a que sí, Rae? ¬¬
No era un chiste malo, era NEMA
pd. entre las despedidas comentar también la de Fer, que el pobre casi se lanza por encima de la gente para decirnos que estaba ahí para cualquier cosa que necesitásemos ^_^ un amor.
La verdad es que despedirme de todos me dio penilla. Y sí, estoy deseando poder volver a ir el año que viene para volver a verlos a todos. Espero que de fechas y eso me vaya bien, que las fechas son lo que más miedito me da
Es que esa conversación la tenía que haber puesto entera, pero ya se iba demasiado largo. Fue algo así como:
ResponderEliminarRae: -El botiquin lo primero
Todos mirando extrañados
Manchi: -El botiquín..
Rae: -Claro, tenemos a un viejecito con asma
Todos mirando extrañados
Manchi: -Sí, claro, que le va a ayudar mucho un par de gasas y una aspirina
Rae: -Algo es algo, y la embarazada se puede poner de parto.
Todos mirando extrañados
Manchi: -Claro, y con una gasas lo solucionamos, que si se pone de parto nos matan!!!
Rae: -Pero es algo útil, nos puede venir bien... vale, el palo lo primero... ¡pero el botiquín lo segundo!
xDDDDDDDDDDDDDDd No es textual, pero fue algo así.
Hola, Raelana. Estupenda Crónica. Las fotos de la presentación de Tenebrae son de Natalia Figueroa.
ResponderEliminarUn abrazo!
¡Gracias Verónica! Voy a editarlo ;)
ResponderEliminarFue un placer tenerte en el taller psicotrónico. No sabía que te diera tanto corte hablar en público (espero no haberte metido mucha caña), pero lo hiciste muy bien. Creo que fue una de las actividades más divertidas, pero el mérito es de los participantes, eso es lo importante. Todos disteis mucho juego.
ResponderEliminarEs muy grato leer tu reseña sobre la Hispacon. Así se recuerdan muchas cosas.
A ver si coincidimos el año que viene.
Y mientras tanto, recuerda: "Todos juntos, unidos como una piña, hacia lo alto una y otra vez" ;)
Lo pasé muy bien en el taller, David. Voy a editar para poner la frase bien. ¡¡¡Gracias!!! :D
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