viernes, 30 de diciembre de 2011

Año de calabazas.

No iba a escribir más entradas hasta el año que viene, pero hoy ha salido la lista de seleccionados de la convocatoria de Calabazas en el Trastero: Desastres naturales y ¡han vuelto a seleccionarme! Este ha sido un mal año para mí, he escrito poco y me he presentado a muy pocos certámenes, precisamente para esta última convocatoria no pensaba presentarme, pero recordé que tenía un relato ya escrito con ese tema. El relato tiene ya unos años. Le hice un lavado de cara (y de comas xD), le cambié el título, que el original era horrible, y lo mandé.

Después surgió la idea de escribir un relato a medias con mi amiga Ana Morán. Fue una gran experiencia, trabajar con otro autor puede ser muy enriquecedor y en un momento en el que yo simplemente no escribía, el hecho de tener a alguien que tirara de mi me hizo retomar la escritura y creo que fue el primer relato que disfruté escribiendo desde hacía bastante tiempo. 

El relato que ha sido escogido es el que reciclé, por eso tengo encima una sensacion agridulce. El esfuerzo de un relato escrito expresamente para la convocatoria no ha obtenido resultados, un relato que en principio fue escrito para otra cosa sí les ha gustado. Juan Angel Laguna ha comentado alguna vez que entra  en los calabazas con el relato que menos se espera, eso me ha pasado a mí esta vez. 

Aquí os dejo la lista de seleccionados, donde también están buenos amigos míos.


Chicxulub, la cola del diablo (Ángeles Mora)
El último hombre sobre la tierra (Tomás Blanco Claraco)
El último tuareg (José María Pérez Hernández)
En la orilla (Raelana Dsagan)
Fobia (Óscar Muñoz Caneiro)

In anima vili (Borja F. Caamaño)
La cruz del hambre (Pedro Moscatel)
Naturaleza uno (José Luis Cantos Martínez)
Niños de mameyes (Jorge Eugenio López-Rivera)
Noa reflejada (Jorge Asteguieta)

Noche estrellada (Pedro López Manzano)
Pangea sumergida (Juan Ángel Laguna Edroso)
Toque de difuntos (Santiago Sánchez Pérez (Korvec))


domingo, 18 de diciembre de 2011

Como se rodó: No Tocar. El Booktrailer

Llevaba tiempo con la idea de hacer un booktrailer para "No Tocar", esa antología de relatos que han escrito unos amigos míos y de la que ya os he hablado en más de una ocasión. Quería hacer algo muy sencillo: una habitación llena de cajas y una persona que las fuera abriendo y sacando objetos de ella y, al final, el libro en primer plano. Lo único que veía complicado sería conseguir todos los objetos con presupuesto 0, pero esas cosas nunca me han echado para atrás. Comenté mi propuesta en el foro y al momento salieron los autores aportando ideas y, lo más importante, ofreciendo ayuda. Invierno me ofreció la casa de la abuela de su novia para rodar. Una casa antigua, un ambiente perfecto. Insinué que su novia podría ser la actriz del video. Invierno me dio largas, me habló de que algún amigo suyo podría. Bueno, la cosa era tener a alguien y si Scarlet era tímida tampoco la íbamos a obligar... (rolling eyes...)

Algunos objetos fueron sencillos de conseguir. Yo tenía una goma de borrar, un reloj de arena, un cuadro, una flauta y perchas de todo tipo.Mi hermano me prestó una estatuilla rara y la navaja. Invierno consiguió la caja de un televisor, Vlad hizo los planos de su robot, el coche de Bry era imposible de conseguir así que optamos por usar una foto que Invierno trajo hasta enmarcada y con la matrícula del coche personalizada. Para las campanas, sopesamos la idea de meter sonido de campanas en lugar del objeto, pero Scarlet consiguió una preciosa y delicada. La brújula también la consiguió Invierno y la moneda era fácil..

Solo faltaba la pata de mono.

No tenía ni idea de dónde íbamos a sacar una pata de mono.Pregunté a todo el mundo, las miradas que te echa la gente cuando les preguntas: "Oye ¿tú no tendrás una pata de mono?" hubiera sido para grabarlas. Pensamos en buscar a alguien que tuviera un disfraz de mono, pero tampoco hubo suerte con eso. Entonces, Invierno dijo que la hacia él, que no nos preocupáramos, que él hacia la pata de mono. ¡¡Y la hizo!! Me dejó impresionada, todavía estoy con la boca abierta.

No creáis que íbamos a toda prisa, buscábamos las cosas con tranquilidad, tomándonos nuestro tiempo, sin fecha de rodaje. Yo todavía no había hecho un guión cuando Invierno me avisa que la casa de la abuela de Scarlet la van a echar abajo y que si queremos rodar allí tiene que ser ese mismo fin de semana.

Por supuesto, le digo que sin problemas. ¿Trabajar sin guión y sin haber visto la casa me va a echar para atrás? ¿El resfriado que tenía me iba a impedir rodar? ¡Por supuesto que no! Le dije que rodaríamos el sábado por la tarde y eganché a mi hermano para que nos echara una mano.

El sábado amaneció lloviendo. En Málaga puede llover como cuatro días al año. Caen cuatro gotas y vuelve a salir el sol. Eso es lo normal. Por la mañana llovía. A la hora de comer diluviaba. Rayos, truenos, como si el mundo se viniera abajo sobre nuestras cabezas... Es un ambiente apropiado para un libro de terror... Y vamos a rodar en un interior... Y había luz todavía dentro de la casa... No importa si diluvia un poco... Todos sabemos nadar ¿no? 

Preparo las cosas, meto todos los objetos en una maleta para que no se mojen. Tengo que coger una percha. ¿Cual? Tengo perchas de todos los tipos, de madera, de plástico, de metal... Decido mirar el relato, es el único relato que me quedaba por leer de la antología, para ver cómo es la percha que menciona... No es una percha ¡¡es un perchero!! ¡¡Maldición!! A una hora de salir y me falta un objeto. Recuerdo que tenía un perchero dorado de mi vieja casa. Lo busco. No está. Recuerdo que mi hermana se lo llevó a su casa... En fin, decido poner la percha en plan simbólico. Un fallo entre catorce, tampoco iba a ser tan malo. Justo antes de salir de casa deja de llover. Las nubes seguían ahí, amenazantes, pero ya no era tan malo. Me daba igual. Sólo pensaba en el puñetero perchero.

Una de las cosas que me temía era que la casa estuviera vacía y había propuesto llevar cajas y cosas, pero no era así. Varias habitaciones, muebles, cajas, polvo y desorden ¡Era perfecta! Y allí, colgado en la pared ¡Estaba el perchero! Era el mismo perchero del relato de Roberto Malo, de madera, con cuatro colgaderos de metal, al verlo me parecía estar escuchando la descripción del libro. Ya daba igual que lloviera o no, que se nos cayera la casa encima, teníamos el perchero perfecto y la pata de mono perfecta. Era feliz.

Sin embargo, aún me esperaba otra sorpresa. 

Empiezo a pensar en cómo organizar las cosas cuando Invierno comenta: "Enseñale el patio" Scarlet dudaba. "No, el patio no" y él "Enseñale el patio". Evidentemente, ya tenía curiosidad así que insistí en verlo, aunque no tenía previsto rodar en exteriores.

Fue imposible resistirme. Aquella escalera que amenazaba con derrumbarse era más de lo que nunca hubiera podido soñar. No lo pensé dos veces y corrí a por la cámara y la coloqué en el patio. Comenzaba a llover de nuevo, no demasiado, e Invierno se ofreció a sostener el paraguas y tapar la cámara. Mojarse un poco no le iba a ir mal al resfriado. Y entonces le indiqué a Scarlet que bajara por la escalera y entrara en la casa. El amigo del que me había hablado Invi no había venido y de todas formas, si yo la quería a ella de protagonista, que es guapísima y en cámara iba a quedar genial. Le dijimos que no se preocupara, que la cogeríamos de espaldas, que me centraría en los objetos. Y lo intenté. De veras que lo intenté, pero había veces en los que la escena pedía un primer plano ¿y cómo iba a negarselo? ¡No era yo, era la cámara!

Scarlet lo hizo muy bien. Me costaba seguirla para hacer el barrido, porque no es que sea muy hábil con la cámara y se salía de plano. Tuvo que repetir la escena varias veces, bajo la lluvia, hasta que conseguí seguirla. Los siguientes planos ya fueron todos en el interior de la casa. Como no teníamos guión, teníamos los objetos amontonados y los íbamos colocando sobre la marcha. Al principio pensé en rodar todo en la misma habitación, el primer objeto con el que íbamos a trabajar fue la flauta. La probamos sobre una silla, pero no se veía. Scarlet pensó en el cojín amarillo que había en la salita y entonces pensé que no teníamos que hacerlo todo en la misma habitación, que el cojín quedaba mejor sobre el sofá y que Scarlet podía ir sacando cosas de una caja y encontrar allí la flauta. La foto con el coche la habíamos colgado en la pared de detrás así que esos dos planos podían ir enlazados, Scarlet levantándose, entrando en la habitación de al lado y pasando junto a la pared donde estaba la foto del coche. 

No sabíamos dónde colocar los otros objetos, el perchero estaba ya colocado así que el siguiente plano que rodamos fue ese. 

Los "efectos especiales" del booktrailer no fueron cosa mía. Fueron  los chicos los que los iban sugiriendo. No recuerdo quién dijo lo de que se viera la sombra de alguien, lo de cerrar las puertas de golpe fue idea de Invi y también hubo sugerencias de clavar la navaja en la puerta y que se viera al cerrarse, pero al final no lo rodamos porque no se veía bien la navaja (por eso, no porque temiéramos por la seguridad de nuestra actriz).

Conseguir crear una sombra no es tan sencillo, por un lado se tiene que ver sólo la sombra y no al actor que la causa, por otro lado, también hay que controlar las luces. De eso se encargó Invierno, mi hermano fue el que hizo de sombra. Una vez que conseguimos controlar el efecto todo salió bien. 

Probamos después a clavar la navaja en la puerta, como no podíamos, pasamos al dormitorio, donde se nos ocurrió clavarla en un libro y meterla en el armario. Clavamos la navaja en un libro de color claro. Sobre el fondo amarillento del armario no se veía demasiado bien. Había que buscar otro libro. Invierno llegó con montones de libros, después de probar con varios elegimos uno de tono rojizo y le pusimos debajo otro negro para que se viera mejor. Invierno se dedicó a romper libros para dar más sensación de desorden y al ojear algunos títulos descubrimos algunas aficiones de la abuela de Scarlet. Pensé en meter la pata de mono en uno de los cajones del armario, así sacábamos dos objetos de una escena, que eran muchos. Las horas iban pasando y empezamos a anotar una lista con los objetos y tachándola a medida que los íbamos grabando. La idea era que Scarlet encontrara la pata de mono en el armario, la mirara con asco y la tirara al suelo. Tirar algo es fácil. Que caiga donde está grabando la cámara no tanto, pero Scarlet se las arregló bien.

Salimos del domitorio y fuimos a la sala grande, para rodar el cierre de la puerta. Colocamos el cuadro junto a la puerta, sobre una silla. Como era imposible encontrar un cuadro como el que Ana Morán describe en su relato, me llevé uno de los más oscuros que tengo y lo colocamos al revés para que se distinguiera menos lo que era. El hecho de que después en el montaje las letras salgan justo encima del cuadro también es para disimular esto (ups, quizás esto no debería contarlo). El reloj de arena lo colocamos justo detrás, en una estantería, mi primera idea era pasar del cuadro al reloj, aunque luego en el montaje cambié de idea y lo dispuse de otra forma. El plano de la puerta salió muy bien. Despues de cerrar la puerta tomé un primer plano al reloj de arena. Fue Scarlet la que se dio cuenta de que el reloj tenía toda la arena abajo así que se acercó y le dio la vuelta para grabarlo con la arena cayendo. Por supuesto yo tenía la cámara en marcha en ese momento. Por supuesto grabé a Scarlet colocando bien el reloj en plan "toma falsa" y sí, esa es la escena que al final incluí en el montaje y el motivo por el que cambié mis planes respecto al reloj. ¡Y quedó genial! 

Tengo que señalar que estaban todos muy pendientes de los pequeños detalles, sobre todo de las sombras, que en eso yo soy un desastre y como se dieron cuenta me estaban señalando todos los pequeños fallos que veían continuamente, sólo se les pasó uno por alto.

La siguiente escena que rodamos iba a tener dos objetos: la campana y la moneda, que estarían en la otra estantería. Grabamos la escena del portazo desde otro ángulo, para poder enlazar, la campana, que no hubo problemas y la moneda.

¿Recordáis que teníamos los objetos por ahi, en cualquier parte, esperando a ver dónde los metíamos? La goma estaba encima de una mesa. Una mesa que estaba justo al lado de la estantería. No, no la busquéis en el video. Tampoco me preguntéis cómo eliminé la goma de la imagen. Secretos del montaje ;)

Con la moneda se nos ocurrió que estuviera en la estantería, cayera al suelo y rodara. Invierno se ofreció voluntario para hacerla rodar. (No hay nada como ayudantes con recursos). Si era complicado que una pata de mono cayera en una losa concreta del suelo, conseguir que una moneda gire y se detenga en una losa determinada ya os podéis imaginar. Quizás fue el plano que más veces grabamos pero, aunque no se aprecie en el video. ¡Al final hasta salió cara! Los que hayáis leído el relato sabréis por qué eso es importante.

La estatuilla la colocamos sobre la mesa. La goma escondida dentro de una caja y la caja del televisor justo detrás. Enlazaría esos tres objetos. El que pensé que iba a costar más era la goma, que Scarlet tenía que ponerla frente a la cámara en un ángulo determinado para que se viera bien y hacerlo de forma natural. A la segunda toma salió la toma perfecta, me dejó asombrada. Le hice repetir para tener distintos planos. Fue una de las escenas que más me costó montar, pues era demasiado larga y conseguir cortarla y que los distintos trozos encajaran fue complicado. Con la caja del televisor no hubo problemas. Los planos del robot los colgamos en unos cordeles para tender que había, y a los chicos se les ocurrió hacer aire con cajas de carton para que se movieran. No, no hay fotos de los chicos abanicando los planos con las cajas de cartón :(

Y llegamos al final. La última escena del video fue la última que rodamos. Nos quedaba un objeto. La brújula, que decidimos incluir en esa última escena. El libro lo metimos en una de las cajas. Escena sencilla. Scarlet tenía que mirar la brújula y buscar el libro en la caja. Fue a ella a la que se le ocurrió lo de meterse la brújula en el bolsillo, que fue otro detalle que me gusta mucho cómo ha quedado. Rodamos el último plano. El plano de libro en la caja. Me gusta también mucho la composición de ese plano, a base de líneas oblícuas, aunque muchas cosas fueron de forma accidental, la composición de ese plano fue buscada a cosa hecha, quizás era lo único que tenía claro cómo lo quería.

La tarde había pasado en un suspiro. Seguía lloviendo y yo estaba muy cansada, pero deseando empezar a montar y ver el resultado final. Me preguntaron para cuando lo tendría listo. "Un mes" calculé así a ojo. No tuve en cuenta las ganas que tenía de verlo terminado.


La escalera

 Invierno se ocupa de las luces

La sombra

Intentando clavar la navaja en la puerta

Teníamos una muy buena actriz

 
Lanzando patas de mono.                                                                                                              
La goma antes de teletransportarse a la caja.
 
El (precioso) plano final.














jueves, 15 de diciembre de 2011

Presentación de Los Cines Somnios, de Patricia García-Rojo

Ayer estuve en la presentación de Los cines somnios, la segunda parte de la saga Los portales de Éldonon, de Patricia García-Rojo, de la que también se ha reeditado el primer volúmen: La fábrica Creátor.

El lugar elegido para la presentación era la librería Cincoechegary, yo había estado ya allí antes y es un sitio tranquilo y acogedor, habían dispuesto una mesita pequeña donde estaban los dos libros y se habían sentado alrededor de forma informal, Patricia en el centro, a un lado David González, el editor de Berenice, (no me sabía su nombre, pero me lo han chivado ^^) y al otro lado Alejandro Castroguer, que hizo de presentador del acto.

Lo primero que me sorprendió fue la cantidad de gente que había, ya antes de empezar el acto el local estaba lleno, pero es que no paró de llegar gente que se fue haciendo hueco como podía, amontonándose al fondo o quedándose atrás y asomando la cabeza de vez en cuando. Creo que nunca había estado en una presentación con tanta gente.

Dio inicio con la intervención del editor, que contó la historia de cómo había llegado Patricia a publicar con ellos y lo contentos que estaban con el éxito que había tenido el primer libro. Después Alejandro Castroguer tomó la palabra, hay que decir que Alejandro decidió seguir a rajatabla la norma de "no vamos a destripar el libro" y no dio ni una pequeña sipnosis para saber de qué iba, menos mal que ahí el novio de Patricia, Curro, sí estuvo rápido y en un momento de la charla interrumpió para preguntar por la sipnosis, que no tuvieron problemas en contar sin destripar nada.

Pero no adelantemos acontecimiento, al principio Alejandro se dedicó a contar la biografía de Patricia, que menos mal que es joven... ¡es broma! Fue sólo una  breve  introducción y pronto dio paso a una ronda de preguntas que tenía preparadas para hacerle a la autora que fueron muy interesantes, preguntas por sus influencias, su método de escritura, sus intenciones al escribir. Patricia se veía muy cómoda y hablaba como si estuviera en una tranquila reunión entre amigos, contaba su experiencia ilusionada, como si la estuviera reviviendo. Es algo muy bonito el proceso de creación de un libro, y me hizo pensar que eso era lo importante, no tenerlo allí delante, en la mesa, sino todo ese tiempo creándolo, difrutando de él, porque se veía que Patricia disfrutaba y que estaba reviviendo todo eso al contárnoslo.

Me gustó mucho la complicidad con el presentador, que sabía cómo llevar la conversación, cuando meter una anécdota divertida y cuando hablar de cosas más serias. Patricia nos enseñó su libreta de esquemas, toda ordenadita, con dibujos, colores, frases subrayadas con fuerza; ahí fue cuando pensé que menos mal que yo no presento libro, que si tuviera que llevarme las facturas y los folios de propaganda donde escribo iba a quedar muy cutre xDDDDD

Después de contarnos el proceso de creación, Patricia pasó a contarnos la respuesta del público que había vivido al terminar el primer libro. Anécdotas con los fans, las cartas que recibía de países lejanos, que le han hecho un grupo en Facebook y en Twiter y la insistencia con que le pedían la continuación de la saga. Si cuando hablaba del proceso de creación Patricia sonreía como si no estuviera del todo con nosotros, como si una parte de ella estuviera en ese otro mundo que había plasmado en el libro, cuando hablaba de los fans se la veía feliz e ilusionada, como si no se creyera del todo el cariño que le estaban demostrando.

Hubo un momento en que Patricia habló de lo egoísta que es el acto de escribir, algo que se hace como disfrute personal, para satisfacción de ella misma, y además de ser algo completamente egoísta, encima luego te vuelve a hacer feliz cuando ves que la gente está disfrutando de tu historia al leerla tanto como has disfrutado tú al escribirla (me gustaría citar la frase exacta de memoria... pero mi memoria no llega a eso).

Después Patricia estuvo firmando libros un buen rato y más tarde fuimos a La Botica, donde brindamos por el libro. Fue una tarde estupenda. «¿Para cuándo el tercero, Patricia?»


domingo, 11 de diciembre de 2011

No Tocar. El Booktrailer

Este mes he dejado un poco aparcada la escritura para volver a meterme en el mundo audiovisual, en esta ocasión no es un videoclip, sino un booktrailer que he realizado para la antología de unos buenos amigos míos: No Tocar, de la que ya os hablé en otra entrada. 

En breve también os haré una crónica de cómo fue el rodaje. Os dejo ahora el video.










jueves, 8 de diciembre de 2011

La tortuga del infierno

Es posible que ya haya hablado antes de mi relato "La tortuga del infierno". Este relato nació durante las fallas en Valencia, inspirado directamente por la falla que había detrás de la casa de mi amiga Carolina y la tortuga que cerraba el correfoc que vimos por la tarde. En aquellos momentos íbamos a participar en un concurso en el que teníamos que contestar a la pregunta: ¿Por qué brillan las estrellas? Y yo ya tenía un relato escrito, pero me propuse escribir otro con ese tema y la tortuga. El resultado lo podéis leer ahora en el último número de la revista "Los zombis no saben leer", donde me lo han publicado.

Lo pasé muy bien escribiendo este relato, que luego en el concurso gustó mucho y quedó en buena posición mientras el relato que ya tenía escrito se hundía en las profundidades de la clasificación. Si es que no hay nada como una tortuga para animar un relato. 

¡Espero que os guste!

Podéis descargar la revista aquí: Los zombis no saben leer nº 8