Legendarium es una antología sobre leyendas populares en la que he participado. El proyecto surgió el año pasado y es muy especial para mí porque me invitaron a participar en él. La mayoría de las antologías en las que he participado han surgido de concursos o me he acoplado por la cara pero cuando te invitan es algo que te hace sentir especial, porque es gente que quiere trabajar contigo y para mí eso es importante. En este caso además mis compañeros me aguantaron mucho pues el año pasado tuve una época muy mala, en la que perdí a un familiar muy cercano, mi madrina, y estuve a punto de dejar la antología por no retrasarlos. Ellos me esperaron, me insistieron en que lo intentara. Fue por ellos por los que me esforcé, porque en aquel momento no me apetecía hacer nada, pero el apoyo y el entusiasmo de mis compañeros me arrastró.
Y así nació La doncella soldado, uno de los pocos relatos que escribí el año pasado. No sé mucho sobre leyendas así que estuve informándome sobre algunas y cuando descubrí la historia de Victoria Acevedo me fascinó. No la he reinterpretado, lo que quería hacer con ella es decubrir al personaje, entenderlo. Debo reconocer que me costó mucho, escribí varios borradores y no, no salía, hasta que pude encontrar su voz y dejé que narrara la historia.
Hay autores que se dejan ver mucho en sus historias, a mí me cuesta dejarme ver, prefiero esconderme y me muestro muy raramente aunque hay cosas que salen de forma inconsciente sin que pueda evitarlo. Cuando escribí este relato no le dí al personaje nada mío, a pesar de que la primera persona puede prestarse mucho a eso. Y entonces no me di cuenta, no fue algo consciente, pero con cada inflexión, con cada palabra, la estaba recreando a ella. No es un personaje agradable, porque mi madrina nunca lo fue. Es egoísta y puede ser cruel. Es dura, decidida, fuerte, capaz de tomar un rol que no es el suyo y llevarlo a sus últimas consecuencias, capaz de mentir como si al hacerlo las mentiras se transformaran en verdades. El final de la leyenda no me cuadraba, porque Victoria se arrepiente y ella no lo hubiera hecho. No quería inventarme otro final, quería seguir la historia, recrearla tal y como se cuenta la leyenda, pero tampoco podía darle un final que no cuadraba con el personaje. Soluciones de compromiso, que se llaman, espero que haya quedado bien.
Así que podría ser una especie de homenaje, supongo, aunque lo más probable es que, en ese momento, simplemente tuve la necesidad de hablar de ella.
Hay otro relato con el que participo en esta antología: La cueva de la mora. Este lo escribí meses después. Mis amigos Pedro Escudero y Carolina Pastor me propusieron escribir el relato juntos. En esta ocasión no reecreamos la leyenda, sino que la reinterpretamos, adaptándola a nuestros días y tejiendo a su alrededor varias historias que se entremezclaban. Fue una experiencia interesante (y estresante, porque con este íbamos ya contrareloj) aunque personalmente no termino de estar contenta con este relato, siento que no dimos todo lo que podíamos haber dado, que es flojo, y no creo que sea por falta de coordinación entre los tres, que el trabajo fue bien, sino más bien por las prisas que nos dimos (luego os gustará más este que el otro, como si lo viera xDD).
La antología ha sido publicada por la editorial Tombooktu, mis relatos están en el volumen III, por si os interesan.
Este jueves, día 15, habrá una presentación en Madrid, en la librería Estudio en Escarlata (Guzmán el Bueno, 46), a las 19:00. Yo no podré asistir pero estarán algunos de mis compañeros firmando ejemplares. Si alguno os pasáis, dadles un fuerte abrazo de mi parte.
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