sábado, 21 de marzo de 2009

[Reseña]Los pilares de la tierra

Aviso: Este texto contiene spoliers de la novela.


PHILIP, PRIOR DE KINGSBRIDGE


Catedral de Salisbury - Turner
Detrás. La sombra de Peter de Warehan ocultó tu presencia durante algunas páginas hasta que me di cuenta de que el protagonista eras tú. Tímido e inseguro, templado en cada momento de tu vida, tú pecado es la ira, la furia que te consume cuando las cosas no salen bien, la rigidez en el dogma por encima de las personas, incluso de ti mismo. Y de la catedral.

Un sueño que no es lo único. Luchas, y cada victoria está acompañada de un nuevo fracaso. No hay victorias completas. Te mueves según la marea que más conviene a tus intereses, una piedra tras otra. Los enemigos las derriban pero tú las vuelves a levantar. O no. También te dejas abatir y renuncias a seguir adelante. Y vuelve la esperanza y te niegas a seguir. No a cualquier precio. Regañas a Jack por traer milagros falsos y te niegas a utilizarlos aunque te permitirían cumplir el objetivo. Tienes que ver primero un milagro verdadero, puedes pasar por encima de todo, de autoridades eclesiásticas y reyes, de sentimientos sinceros, separas a parejas que se quieren, manipulas para que la gente haga lo que necesitas, pero no por encima de la fe. Siempre por la fe.

Catedral de Amberes - Peeter Neeff II
Justificas tus actos y sentimos simpatía por ti. Te vemos a través de los ojos de otros personajes y nos pareces rígido y mezquino. Humano, de todas formas. Incapaz de ayudar en una guerra, vencido y prisionero lamentando más que nada no haber podido ayudar. Es el ingenio el que te hace ganar, no la fuerza. El ingenio y la suerte cogidos de la mano pero nunca es completa la victoria y siempre tienes que agachar la cabeza y aceptarlo.

Hasta el final. Al final todo cambia, te hemos visto crecer y evolucionar, hemos visto como el joven delgado y nervioso se transforma en un hombre seguro y tranquilo, algo entrado en carnes. Reflejado en el rostro de tu hermano, pues tú no eres consciente de los cambios, igual que no lo somos nosotros, que envejecemos sin darnos cuenta. Al final cambias y conviertes la derrota en victoria, tus enemigos son derrotados y la catedral está construida. Incluso eres capaz de aceptar que tu tiempo ha terminado y ceder tu lugar a la siguiente generación, pero no lo haces con gusto sino con pena. Es lo que debe hacerse, igual que sientes pena cuando tus actos hacen infelices a las personas, aunque sean justos.
Lo que debe hacerse.
Construir la catedral.






Catedral de Burgos Anónimo

2 comentarios:

  1. Me has hecho recordar este libro y todas las horas que pasé entre sus páginas. Creo que no me he enganchado tanto con ninguno otro libro.

    Vengo de NR y me ha gustado tu blog. Te animo a seguir escribiendo, que a veces hace falta.

    Un saludo

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  2. Gracias Jarrek, creo que te he visto por NR ;)

    Sí que engancha el libro, aunque en ocasiones se me hacía algo largo por las descripciones, la historia es absorvente y los personajes muy interesantes. Yo me lo he leído bastante rápido teniendo en cuenta lo largo que es.

    ¡Un saludo!

    Raelana

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