Ayer leí un artículo de mi amigo William en su blog: En la antesala del Portal Oscuro donde contaba sus experiencias a la hora de matar personajes en sus relatos y lo mucho que le cuesta hacerlo.
A mí también me costaba, y eso que la muerte de un personaje es algo que siempre está planeado, incluso antes de que el personaje esté del todo definido ya tengo claro cual va a ser su final, pero cuando llega el momento de escribirlo es posiblemente la escena que se me hace más difícil.
Al principio no podía matarlos, ni aunque el personaje hubiera nacido exclusivamente para morir en un determinado momento. Recuerdo mi primera novela, hace ya miles de años, tenía un personaje destinado a morir al final y no fui capaz de matarlo. Todas las señales le llevaban a la muerte, era su destino, pero cuando llegó el momento no conseguí escribir su muerte. Hice una elipsis y la dejé en el aire, sugerida pero no contada. No podía matarlo.
Muchos años después, en Tiempos Oscuros, la novela que estoy colgando en el blog de Sevilla Escribe, volví a retomar ese personaje. No es exactamente el mismo, cambié algunas cosas, lo adapté a la ambientación y, de nuevo, lo destiné a morir. Esta vez sí fui capaz de matarlo. No voy a negar que me costó, que tuve la tentación de salvarlo in extremis en el último momento... Me contuve y no lo hice.
Mis primeras muertes en relatos cortos ocurrían porque el relato estaba centrado en eso. Un suicidio, un asesinato. El relato giraba en torno a la muerte o los personajes ya estaban muertos antes de empezar. Las últimas en cambio están mucho más centradas en la trama, son necesarias, están planeadas, pero no son la base del relato. Hay defectos que guardo desde mis primeros relatos que no he sido capaz de solucionar, a la hora de matar personajes sí creo que he evolucionado y que lo hago ahora mucho mejor.
Ahora no me cuesta matar personajes. Quizás me he vuelto más dura con la edad, o he aprendido a hacerlo. O quizás es que he comprendido que la fuerza de matar a un personaje no está tanto en la muerte en sí cómo en la forma en la que reaccionan los personajes que siguen vivos, en cómo su muerte afecta a la trama y al lector y son recursos que merece la pena aprovechar.
Contestando a las preguntas del test de William, yo no tengo problemas en matar a protagonistas si así lo he decidido, a mí los personajes no me protestan. Muertes aparatosas tengo algunas, pero la mayoría suelen ser bastante simples; tiendo más a lo sobrio, las muertes demasiado espectaculares atraen demasiado la atención y es muy fácil que tiendan a ser ridículas.
El caballero de la muerte - Dalí
Yo mato pocos personajes. En historias cortas puede suceder sin problema ya que es una historia corta y aunque intente darle un trasfondo, no da el tiempo necesario para encariñarse con ellos.
ResponderEliminarLuego hay otros personajes, los que salen para una cosa y se acaban convirtiendo en otra. El secundario simpático acaba robando la escena cada vez que aparece y que matarlo solo sirve para hacer avanzar a otro personaje, es necesario, pero sin querer, se ha convertido en mucho más de lo que pretendías y matarlo puede ser difícil.
Y luego están los personajes principales nacidos para morir. Matar un protagonista para dar un golpe de efecto no me lo plantearía si la historia no hubiera sido concebida así. Y en realidad lo que hago muchas veces es lo contrario, dar protagonismo a un personaje que sé que tiene que morir.
Eso sí, cuando mueren, lloro como una magdalena y espero inspirar una mínima parte de ese desasosiego a mis lectores. XD
Es curioso, a mí nunca me ha costado matar personajes. De hecho, creo que, en relatos ( no en micros) solo tengo uno libre de muertos XD. Sin embargo, es posible que una de las razones por las que ando medio atascada con MM sea porque tengo planeadas algunas muertes que sé me resultarán difíciles :s.
ResponderEliminarYo no lloro, pero cuando escribí cierto relato que no puedo mencionar aquí ( anda en concursos) estuve de un estado de ánimo rarete rarete hasta que escribí el final, el más "jevy" que he perpetrado en mi vida ...
A mi realmente si me ha costado matar a los personajes, no por apego sino por que necesito que la muerte valga la pena. A un protagonista nunca he matado; y debo comentarte que a veces matarlos cuesta. Al villano de mi último relato me costo un mundo escribir y justificar su muerte, y hacerla poetica como me gusta; por el mero de hecho de que le ví posibilidades al mismo. Aun así, lo mate.
ResponderEliminarlastima, espero que al futuro deje de ser mamá ganza y sea tan terminator como tú mi buena Rae
Es cierto, en los relatos de Ana la proporción de muertes es muy grande. En los de Bry hay menos, pero cuando mete uno lo hace con nocturnidad y alevosía ¬¬ metiendo bien el dedo en la llaga para destrozar al lector ¬¬ ¬¬ ¬¬
ResponderEliminarTambién hay que ver el tipo de relatos. Al hacer cosas tirando al terror es más fácil meter muertes, como que lo pide el tema. Con relatos que tiran a fantasía heroica como los que sueles escribir, Will, le va menos que los protagonistas mueran y si lo hacen tiene que ser algo especial, como Sturm.
Y otra cosa que no he comentado, a veces dejar un personaje vivo en según qué circunstancias puede ser peor que matarlo.
Ana, replanteate las muertes si ves que no te cuadran. Si de todas formas ya sé que Astrid y Aya van a sobrevivir :p
No, si las muertes me cuadran, lo malo es que los personajes me caen bien :P
ResponderEliminarAl final vas a ser tan blanda como William :p
ResponderEliminarPues yo me cargo hasta al apuntador si es necesario y me proteste el personaje que sea, pero como digan mucho, me los cargo ):). XA-LFDM
ResponderEliminarRe, tú tranquila que los personajes van a caer :P
ResponderEliminarYo soy blandísima con mis personajes y aún no he llegado a escribir la muerte de ninguno, aunque tengo clarísimo quiens van a morir, cómo lo van a hacer y qué consecuencias tendrá esa muerte.
ResponderEliminarMenos es nada, supongo.
Xa, qué expeditiva xDDDD
ResponderEliminarAna, que caigan ¡¡pero escribe!!
Leyd, sí lo de tenerlo todo pensado y previsto es fácil, el momento de escribirlo es lo complicado, a ver cómo te va cuando llegues ;)
Al final va a resultar que soy un desalmado de manual. Y es que este servidor ha matado a sus personajes con una alegría que asusta. No niego que a muchos les acabo cogiendo cariño, amor de padre le llaman, pero tengo tan claro lo que cuento que la historia prima sobre cualquier "prejuicio" moral, por llamarlo de alguna manera.
ResponderEliminarNa, milord, hay que tener mano dura. Nosotros que somos unos blandos ;)
ResponderEliminarPues a mí me resultó bastante fácil desde el principio. En mi primera novela hay un final bastante movidito (no digo más), pero creo que era necesario para transmitir ciertas sensaciones al lector. Por lo general la gente que ha leído el libro se ha quedado con la sensación que yo deseaba crear, así que a matar se ha dicho ^^.
ResponderEliminarEso es bueno, que no te tiemble la mano y consigas el resultado que buscabas. ;)
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