martes, 21 de julio de 2009

Perder un Objeto

Aswarya (chamán, Conan) ha perdido su cinturón de huesos. Despertó después de una larga lucha y ya no rodeaba su cintura. De repente fue como si perdiera la razón de su existencia, era tan hermoso eso de poder llevar a todos tus muertos contigo. Ahora Aswarya tiene que enfrentarse a la pérdida. Ya no le queda el consuelo de pasear entre las almas de la gente que amaba. Ahora está realmente sola en un mundo hostil que no la comprende.




Con el cinturón de huesos ha perdido algo más que un objeto, el cinturón era el lazo que la ataba a su pasado, a sus recuerdos. Ahora no tiene más remedio que mirar hacia adelante.

Xhiara (espadachina, RO) perdió su capa. Era un regalo de su maestro, un símbolo de que la consideraba ya una alumna aventajada. La capa para Xhiara era su orgullo, la confianza en sí misma y en sus posibilidades. Perder la capa en una pelea en la que fue derrotada fue un golpe más duro a su orgullo que todas las heridas que recibió. No importaba que la maldición que llevaba encima hubiera sido impuesta de forma injusta, ella habría tenido que sobreponerse a ella y demostrarle a Tempus su fuerza y su valor. Perder la capa le hizo tener más respeto a los dioses y puso de relieve que la seguridad de la que presume no es tan grande como ella desearía.

Perder es siempre símbolo de fracaso, simbolo de que algo se ha hecho mal, que las decisiones han sido equivocadas... o quizás no lo es, quizá es sólo una prueba más que tiene que superar el personaje. Algo que lo hará crecer de forma distinta a como habías pensado, pero eso es lo interesante, que las cosas no sean siempre como las piensas.

Sin embargo hay que sentir el dolor, hay que sentir el fracaso, las cosas no siempre salen bien. Xhiara sintió su orgullo herido y sus capacidades puestas en duda, posiblemente lo que más daño podía hacerle. Aswarya siente el dolor de la pérdida definitiva, una pérdida que habia estado aplazando. Ella salvó a Lucos, arrancó una víctima a la muerte y ahora la muerte la obliga a pagar un precio. ¿Ha merecido la pena? Ahora mismo ella no lo sabe.

1 comentario:

  1. Hablemos de pérdidas. Hablemos de mi PJ Jorgen Jorgensson, el vampiro vikingo.

    Perdió sus raíces y su patria cuando los noruegos invadieron Dinamarca. Perdió a su amada, la razón de que se convirtiera en vampiro, al convertirse en vampiro. El amor de un vampiro es como una llama pálida, pequeña y fría frente a las hogueras de pasión que son los mortales.

    Perdió una enorme hacha danesa, a la que tenía en gran estima, porque se la dejó olvidada en casa.

    Perdió un principado por las manipulaciones de su propio Sire.

    Y después de cuatro siglos está empezando a perder la cordura y cualquier lazo que le ate con la humanidad.

    Es duro ser vampiro.

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