Es un libro largo y denso, donde el interés está en los personajes, en los tres hermanos y en su tía, y en el camino que van tomando. Algunas veces las decisiones son seguras, firmes, pero la mayoría de las veces es sólo la casualidad lo que los lleva a su destino, decisiones mal tomadas, palabras que no se atreven a decir, el miedo es lo que les empuja la mayoría de las veces, son capaces de luchar por miedo, pero no por ambición. Estropean las cosas intentando arreglarlas.
Whistler
El problema está en que ya sabemos el final. El camino es interesante según lo vamos descubriendo, mientras vamos conociendo a los personajes y comprendiéndolos. El libro es bastante largo y en tres cuartas partes lo consigue, pero llega un momento en que ya sabemos qué va a pasar. Lo sabemos si hemos leído Sin Testigos y Sin Testigos hay que leerlo antes, sin duda. Eso hace que el interés decaiga en la última parte del libro, donde parece que no aporta nada, pues ya conocemos el desenlace y ya sabemos todo lo que tenemos que saber de los personajes.
Joel asentía y la observaba mientras se alejaba. Quería decirle que no era necesario amenazarlo. No se chivaría. ¿Cuando lo había hecho? ... conocía la regla más importante de la adolescencia: no chivarse.
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