domingo, 16 de mayo de 2010

[Relato] Héroes ausentes.

Este es el relato que mandé al IV concurso de micrrorelatos Teseo, donde he quedado en ¡¡Cuarto Puesto!!! :D La pregunta a responder en esta ocasión era: ¿a quien eligen las valkirias?

Héroes ausentes

Ya no mueren.

Salen con el sol cada mañana, vuelven solas al atardecer, planean sobre las trincheras, sobre el campo de batalla donde ya no se oyen gritos, sólo truenos y fuego. Han aprendido a reconocer las armas: cañones, balas que traspasan el metal. No se detienen, nunca se detienen, nunca descansan.

Ellas buscan entre los despojos, los corceles ahora brillan con destellos metálicos, los héroes se oxidan abandonados en las trincheras. Armaduras que siempre han estado vacías. Hoy los héroes están lejos y pulsan botones. Y no mueren, nunca mueren.

Amanece de nuevo, un día sin ruidos, sin truenos ni fuego. Sólo el corcel que avanza, solitario, ruge el motor, giran las ruedas. Se detiene y se queda atrás, esperando. Ellas observan.

Tres hombres descienden vestidos de azul, círculos metálicos brillan en sus manos, miran a través de ellos el campo de batalla, buscan entre las armaduras de los héroes sin alma.

Ellas observan, se preguntan porqué no hay ya héroes que mueran, planean solas por el campo de batalla.

Skuld se detiene junto a uno de los hombres, aletea a su alrededor.

—¡Malditos cuervos! ¿pero qué buscan?

—Dicen que les gusta el metal, les sacan los ojos a los androides.

—Dejadlos en paz. Hemos ganado, podemos ser generosos —el tercero de los hombres muestra algo en su mano, pequeño y brillante como un alfiler.

—¡El sensor! ¿Nos vamos?

—Sí, no me gusta este sitio.

—Antes la guerra era mucho peor.

—Sí, eso dicen.

Los cuervos observan, posados sobre trozos de metal oxidado, ellas recuerdan un tiempo de espadas y sangre, y no entienden. Se preguntan donde están los héroes.

Las patas de Skuld encuentran una barra larga y brillante, puntiaguda como una lanza, sus garras se cierran sobre ella y levanta el vuelo, graznando. Los hombres se vuelven a tiempo, la ven venir y Skuld ve el miedo en sus ojos.

—No son héroes -dice Ölrun.

—Tienen almas, y yo lo elijo —contesta Skuld mientras deja que la barra atraviese el cuerpo del hombre.

Los cuervos aletean y graznan.

Ölrun sacude la cabeza y se queda atrás, contemplando a sus hermanas. Ella tampoco quiere volar  de nuevo sola hasta el valhalla, pero esos hombres sólo saben pulsar botones, no podrían blandir una espada. Todas lo saben.

Uno de los hombres se vuelve contra los cuervos, intentando golpearles, los cuervos salen volando. El otro extrae la lanza y aplica un apósito blanco sobre la herida de su compañero.

Ellas observan. El hombre respira. Suben todos al corcel. Las ruedas se alejan.

Los héroes ya no mueren.

2 comentarios:

  1. Hoy en día... ¿hay héroes?
    Quizá si, pero no merecen ese reconocimiento por su muerte. Todo el mundo muere igual, lo importante es como se vive.

    Perdonen, que divago :D

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  2. xDDDD Por mí divaga lo que quieras ;)

    ¡Gracias por leer!

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