sábado, 24 de julio de 2010

Diario de Aenleif 2

 Pues como era de esperar, el personaje no ha durado mucho. :__( 
Esta es la segunda parte del diario, todavía queda otra más antes del final del pj.


Zale, el joven Flecha Negra superviviente, no tardó demasiado en volver de su espionaje a los ogros. No había podido acercarse demasiado, pero la información que traía nos daba un punto de partida para discutir durante horas bajo la lluvia el plan a seguir.

Lo de discutir durante horas cualquier plan es algo que se convertirá en la señal de identidad de este grupo, eso y el que siempre nos salga todo mal. La fortuna es caprichosa y se ve que ha dejado de lado a los Flechas Negras, y ya que estábamos cerca, a nosotros también.

No adelantemos acontecimientos, el plan definitivo parecía bueno y no tardamos en ponerlo en práctica. Habíamos decidido intentar dejar fuera de combate al ogro de la puerta sin que alertara a los ogros del interior; para conseguirlo teníamos que librarnos primero de los perros; para ello Talith, la bruja de Cala, los separó de su amo con una ilusión que los alejó de él. El ogro llamaba a los perros, no nos había visto, Talith pretendía aprovechar este momento para dormir al ogro pero, desgraciadamente, nuestro adversario tenía el oído más fino de lo que pensábamos y creo que nos oyó. Talith comenzó a hacer gestos con las manos y a canturrear en  la lengua de la magia pero no pasó nada, el ogro seguía de pie y ahora, encima, nos miraba. El conjuro no había surtido efecto.

Shalelu intentó disparar pero sólo una de sus flechas dio en el blanco, sobre uno de los perros. El ogroide gritaba pidiendo ayuda a sus congéneres mientras disparaba su arco y una lluvia de flechas se abatió sobre nosotros. Bueno, en realidad fueron tres flechas que cayeron sobre la exploradora. Los ogros si tienen buena puntería. Uno de los perros intentó atacar a Talith, pero al saltar se dio un buen trompazo contra un árbol, ¡ah! Es que la mala fortuna es contagiosa y el perro se había acercado demasiado a nosotros.

Fue entonces cuando yo me lancé a la carga contra el ogroide, rugiendo de felicidad al ver que lo que llevaba en las manos era un arco y no una lanza que pudiera derribarme. No tardé en llegar hasta él y le asesté un fuerte golpe con Otälig, mi gran hacha.

¡Ah! ¡Qué gran placer sentir que tu arma atraviesa la carne del enemigo! Oler la sangre que se derrama, retirar el hacha y ver el hueco que ha quedado en su piel. No tuve tiempo de disfrutarlo, pronto me vi rodeada por aquellos malditos perros que clavaban sus fauces en mis pantorrillas, intentando apartarme de su amo. Raegar, el paladín enamorado de la bruja, acudió en mi ayuda y golpeó al ogroide con su espada.

Detrás seguía Melglin, el clérigo de Shelyn, que curaba a Shalelu y a Talith.  La bruja realizó otro conjuro que llenó de grasa el arco del ogroide, pero ese vil engendro era más hábil de lo que parecía y el arma no se le cayó de las manos. ¡Maldita sea! Se apartó un paso para disparar y yo sentí cómo la flecha atravesaba mi armadura hasta llegar a la carne. El dolor fue intenso, me costaba respirar, la flecha había atravesado el pulmon.

Rugí de rabia. ¡Vil escoria! ¡Ahora iba a enterarse bien! La ira encendía mi sangre, subía hasta mi cabeza hasta que solo veía una cosa, mi objetivo, el blanco donde iba a clavarse mi hacha. No me molesté en sacar la flecha, dejé de sentirla, sólo estábamos él y yo.  ¡Y fui a por él! Le golpeé con fuerza, quería machacarle, destrozarle, el hacha se clavó en su carne mientras los perros seguían a mi alrededor intentando morderme.

El ogroide quedó muy malherido después del golpe y Raegar le asestó el último ataque con su espada, que lo hizo caer al suelo. Un enemigo menos. Zale se reunió entonces con nosotros e intentamos deslizarnos sigilosamente hasta la casa del ogroide antes de que el resto nos descubriera.

Alli, Zale decidió subir al tejado para escuchar por la chimenea. Estaba alto. Estaba mojado. No había dejado de llover ni un momento. Yo me crucé de brazos mientras lo veía subir trepando por la pared… hasta que de pronto cayó al suelo, en medio del barro. Sólo era un tropiezo, Zlae se levantó rezongando y volvió a intentarlo, las manos de Zale resbalaron y volvió a caer, manchándose esta vez hasta las cejas de barro. Me aparté un poco por si volvía a salpicar.

Se quejó a la suerte, cómo no. Esa dama caprichosa que no mira a Zale por muchos regalos que le haga su admirador. Quizás le escuchó, pues a la tercera vez Zale consiguió encaramarse al techo aunque con gran dificultad, pero sólo fue una broma más de la dama fortuna, al momento resbaló en el tejado y volvió a caer al suelo.

No lo intentó una cuarta vez, decidió escuchar tras la puerta, pero no oyó nada, ni bueno ni malo. Estuvo un tiempo prudencial escuchando, asegurándose de que allí no había nadie. Su respuesta fue que ningún peligro nos esperaba. Zale abrió la puerta.

Al momento cuatro estacas salieron de la nada clavándose en el pecho de Zale mientras el resto del grupo intentaba evitar una enorme sierra que apareció a nuestros pies. Sólo Raegar y Shalelu lo consiguieron. Por lo visto el peligro no estaba sólo en toparnos de frente con un ogro.

—Ag...estaba seguro de que no había nada... —dijo Zale, lamentándose mientras se desangraba.

Melglin y Raegar se aprestaron a curar nuestras heridas, la sangre aguada por la lluvia que no dejaba de caer.

Continuará...

4 comentarios:

  1. Excelente. Estan con la familia Ogra, ruda.
    Por cierto en la 2da aventura, cuando estuvieron en la mansión del asesino alguien agarro la daga que incitaba al suicidio??

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  2. Leí la primera parte, pero por lo que cuentas seguís teniendo la misma suerte que desde el principio.
    Hay días que los dados parecen tener unos en todas las caras...

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  3. A nosotros nos pasa todos los días, la suerte no nos quiere, ya verás las próximas sesiones....

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  4. Buenas Rae, oye queria avisarte sobre un concurso literario, el problema es que recien me entere y termina el dia 31, pero por si tienes algo listo y quieres presentarlo.

    Un saludo.

    http://valaquia40k.blogspot.com/2010/07/concurso-de-relatos.html

    PD: Llevo un rato intentando abrir nacion rolera pero parece que hoy no quiere funcionar.

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