lunes, 23 de julio de 2012

Microrrelatos. La final.

Termino con esta entrada con los microrrelatos que escribí para la V edición de las microjustas de OcioZero. Son los que hice para la final de la Sortija, en la que me enfrenté a Silencio y bueno, perdí, pero estoy contenta de lo que hice.

La primera palabra, común para los dos, fue "patata". Para este micro me inspiré en el relato "El picnic de un millón de años" de Ray Bradbury. Que el relato en sí no es que tenga nada que ver, pero quería representar ese ambiente como un pequeño homenaje al autor, que supongo que nadie llegó a pillar xDD

¡Decid patata!
Los rostros sonrientes fueron inmortalizados. Se sentaron en el césped. Las hormigas no se subían sobre el mantel.
Los niños reían, adoraban ir de picnic. Las capsulas sabían mejor al aire libre.
—¡Hagamos otra! —propuso el padre.
Y repitieron la palabra mágica, para que las fotos salieran bien.

La segunda palabra fue "gustas", creo que el micro es bastante flojo, pero no di para más con esa palabra.

Bajo las flores
En las noches de verano compartían una copa de vino mientras escuchaban viejos discos de jazz que él odiaba. Pero ella sonreía… Sonreía…
Ahora abre la ventana y pone el tocadiscos. El disco está rayado, pero no le importa.
La música se oye desde el jardín

Las tercera palabra fue "farsa" y quise jugar un poco con la idea del superhéroe que pretende ser un tipo anodino y cómo muchas veces nos guardamos las cosas y no somos lo que aparentamos.

Identidad secreta
Era un hombre tímido y asustadizo, nunca levantaba la voz ni se enfadaba con las bromas pesadas de sus compañeros de trabajo. Solo quería vivir tranquilo.
Cuando aquel atracador le apuntó con su pistola, no pudo más.
Se quitó las gafas.

La cuarta palabra fue "ideas", este micro gustó mucho.

Un sueño
Imaginó un mundo donde todos eran felices. Lo proclamó; convenció a muchos para que lo ayudaran a hacerlo realidad. Trabajaron para ello, se esforzaron. Lo consiguieron.
Por las noches, al cerrar los ojos, ve los rostros de millones de muertos. Ha empezado a tomar pastillas para dormir.

La última palabra fue "crucificado" y este micro también gustó mucho, aunque yo no estaba segura de que m fuera a dar por válido el tema, porque lo usé de modo metafórico.

Cuatro clavos
El primero, la falda demasiado corta. El segundo, no me levantes la voz. Patada en las costillas. Ojos hinchados. El tercero. Los huesos crujen. Sin lágrimas ya, el cuarto. Aún le quiero.
En el suelo de la cocina. Tres días.
No resucité.



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