lunes, 8 de marzo de 2010

Es que mi pj es así.

En Gran Hermano suelen decir: "en la casa todo se magnifica". En realidad es todo lo mismo, una frase para justificar un comportamiento. No deberia ser necesario justificar los comportamientos.

Cuando empecé a jugar a rol lo único que veía era el personaje. Yo di el salto de la novela al rol sólo porque me gustaba un mundo determinado y con el rol iba a ser yo como esos protagonistas de novela que tanto me gustaban, pero en realidad no es así. En una partida de rol no estás jugando solo, sino con más gente a la que hay que tener en cuenta. Al principio me costó mucho aprender que D&D es un juego de grupo y que el grupo es la base de todo, que si un miembro del grupo falla las cosas no funcionan.

En un grupo hay que ceder y adaptarse, a mi eso me cuesta pero lo intento, a veces ha que buscar justificaciones para que el pj no haga algo que fastidie al grupo, muchas veces las cosas resultan forzadas, pero que el grupo funcione parece lo más importante. ¿Lo es? En juego, que todo el mundo lo pase bien debería ser lo más importante.

Entonces empiezo a ver comportamientos que me chocan, contestaciones que no me gustan, actitudes que no entiendo, y si digo algo la respuesta es siempre la misma frase: "es que mi personaje es así".

Normalmente, en el momento en que alguien pronuncia esa frase cojo un cabreo impresionante, porque en muchos casos yo he cedido con mis personajes y les he obligado a hacer cosas que por su carácter no habrían hecho. Y entonces me digo a mí misma que bien, que soy capaz de responder con el mismo juego y que yo tampoco voy a ceder más. A veces lo he hecho ¿pero merece la pena?

El objetivo del juego es interpretar, ser una persona distinta, pero también lo es disfrutar del juego y divertirse. ¿Qué pasa cuando las dos cosas se contraponen? ¿Qué debe prevalecer? Conozco a mucha gente para la que la interpretación está por encima de todo y quieren llevarla hasta las últimas consecuencias; yo no lo tengo tan claro, para mí la parte lúdica del juego es importante, el sentirme a gusto con la gente con la que juego, confiar en ellos, reirme en vez de cabrearme cada vez que leo un turno.

He perdido mucha de la ilusión que tenía por crear personajes nuevos, pasa cuando las partidas duran apenas un suspiro y te hartas de hacer trasfondos nuevos para nada. ¿Y hasta qué punto es importante que los personajes sean distintos unos de otros? Si en realidad lo que importa es pasarlo bien, tampoco creo qu sea agradable llevar siempre personajes que sean contrarios la personalidad de cada uno, supongo que todo esto es porque no soy capaz de separar completamente lo que es el personaje de lo que es el jugador.



 
Máscaras - James Ensor


4 comentarios:

  1. Me ha gustado la reflexión que haces Raelana :) En una reflexión de otro blog, un compañero hacía una reflexión sobre el trasfondo de los PJs que me hizo pensar mucho y -al menos hasta ahora- veo que tiene mucha verdad: "el trasfondo del PJ debe hacerse cuando llevas unas cuantas sesiones de juego, para que pueda encajar en la partida, con los otros jugadores y contigo mismo.

    Tu escrito me lleva a recordar situaciones que me han sucedido en el pasado y que, al igual que comentas, me hicieron cabrear muchísimo. Me ha costado horrores como máster poder encontrar el equilibrio entre el carácter (o trasfondo) de los PJs y la dinámica de la partida (trama que voy desarrollando). He llegado a la conclusión que muchas veces son los jugadores, que no entienden que dirigir es muy complicado si deciden poner trabas a cada una de las decisiones que toma del máster, pero eso se cura con la madurez del grupo (tanto jugadores como máster) Luego está que hay jugadores que son complicados como personas, y eso se manifiesta en la partida: siempre hay discusión con el mismo jugador.

    Lo más importante es tomárselo con calma y recordar para lo que se está: para disfrutar un rato juntos jugando a rol, y recordar que el máster está para dirigir la partida y no para perjudicar a los jugadores. Si no se consigue hacer comprender este mensaje o el compañero es muy tozudo, se sufre mucho y en lugar de un momento divertido se cae en un infierno insoportable.

    Gracias por tu escrito Raelana, me gusta saber que no soy el único que se encuentra con estos problemas ;)

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  2. ¡¡Gracias por el comentario!! :D

    La verdad es que es complicado tener una buena comunicación con los jugadores cuando no los conoces realmente. En mesa es distinto, juegas con amigos, sabes cómo es cada uno. En foro te llega gente que no conoces de nada y en dos conversaciones que tienes con ellos no sabes como son, tienes que pasar un tiempo jugando para conocerlos y ver qué es lo que esperan de la partida. Y a veces te desaparecen antes de que llegues a saberlo.

    ¡Un beso, Riley!!

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  3. Todo depende del entorno en que te muevas. Si todos -tanto los jugadores como el master- tienen claro que priman la interpretación y tienen todos idéntica capacidad y experiencia, pues estupendo.

    En caso contrario, en especial cuando hago de master, tengo claro que lo importante es divertirse, y que ser inflexible en ciertos aspectos tan sólo consigue crear mal ambiente.

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  4. Estoy de acuerdo con Riley, tambien es curioso el hecho de que muchos jugadores, no pueden separar sus personas de sus personajes. Y con frecuencias terminas teniendo en una partida a un jugador que tiene el mismo personaje de la partida anterior, pero con un elemento numerico diferente.

    O un personaje que empieza con una pesonalidad X y termina con la personalidad del jugador o con la del personaje de la ultima campaña. Asi fue con mi antiguo grupo de mesa

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